martes, septiembre 04, 2007

Cómo me como que me coma?

Existen muchas historias en las cuales alguien ingenuo ha confiado en otra persona y ésta lo traiciona, de hecho es una buena base para muchos delitos, desde el timo al asesinato. Es conocida la fábula de la rana y el escorpión, donde tras ayudarle, es atacada por éste y la única explicación del escorpión es que es su naturaleza. Resulta difícil tragarse que tras ayudar, a uno lo agredan.
¿Cómo se come eso?
Hay una curiosa versión de esta fábula, en un breve artículo que merece la pena leer, analizada por el psicólogo Ricardo Klein denominada El otro cuento de la rana y el escorpión, donde explica la Confianza-Desconfianza a partir del Miedo. El escorpión pasa de ser visto agresivo y despiadado a un ser temeroso y cuyo miedo extremo y desconfianza le lleva a atacar, y la rana, pasa de ser considerada una ingenua a ver que su problema es confiar ciegamente, imaginando que el escorpión es como ella, con una ceguera que le impide la percepción real.

12 comentarios:

ralero dijo...

Conozco esa historia, aunque no sé si fui escorpión o rana, ni en cual de los contextos de roles que describe Klein se desarrolló la historia. En cualquier caso, también hay veces en las que el escorpión, ante el miedo se clava su mismo aguijón (o, al menos, eso dicen).

También hubo una vez una Phyllobates terribilis que se ofreció a cruzar un río a un escorpión, y éste, al contacto con la piel de la "inofensiva" ranita...

Aunque de una cosa no cabe duda. El miedo es una de las más venenosas alimañas que hay sobre la tierra.

Besos.

Ps. La Phyllobates, el ser vivo más venenoso del planeta -parece mentira, una rana-, como sistema defensivo, segrega su veneno a través de la piel -¡cualquiera le hinca el diente a sus ancas!-, Es un endemismo, creo que de una parte de las selvas de colombia, y los aborígenes frotan la punta de sus flechas sobre su lomo y después... ¡a cazar!

Anónimo dijo...

Pues, se vea como se vea, la víctima es la misma.
Aunque cambien los motivos que le convierten en víctima.
Algún consuelo queda cuando lo que se pretende es cambiar el comportamiento del agresor.

Besos

Anónimo dijo...

me has recordado un fragmento buenísimo de los lunes al sol, donde el protagonista lee el cuento de la cigarra y la hormiga a un crio: "La hormiga es una hija de puta y una especuladora, mientras que la cigarra nace cigarra y nunca tuvo muchas oportunidades"

Anónimo dijo...

Leuma,
de esa trama se nutre la vida. Tal y como dice Rafa lo que está claro es que unas veces somos los escorpiones y otras las ranas.

Quien esté libre de no haber clavado su aguijón sobre alguien que no lo merecía, que tire la primera piedra.

Besos

Fernando García-Lima dijo...

Estoy con mavi, pero creo que hay algunos que tiran más a ser escorpión y otros muchos más que tiran a ser ranas... En fin, que los que te la cuelan doblaba abundan, pero son minoría, creo. Supongo que peco de optimista.

Carz dijo...

Suceso:
UNA rana PARLANTE muere ahogada al ser picada por UN escorpión PARLANTE al ayudarle a cruzar un río.

Moraleja:
No cruces un río a lomos de una rana si lleva también a un escorpión (a no ser que al menos uno de los dos no sea parlante)

Corolario:
Resulta fiable establecer una generalización sobre el comportamiento agregado de un número sufcientemente grande de individuos, pero aplicar directamente dicho comportamiento a un individuo resulta, en general, arriesgado.

Contrarrefrán:
Se puede generalizar, pero no se debe particularizar.

Y es que, en el fondo, sigo convencido de que el azar es determinante.

Un abrazo, Leuma.

Leuma dijo...

Como siempre, vuestros comentarios son enriquecedores, otras ópticas, nuevas aportaciones. Gracias Rafa,
Ybris, Dani, Mavi,Fer y Carz. Un beso grande.

UMA dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
UMA dijo...

Estoy en un tiempo en que me parece siniestro esto de andar prejuzgando la actitud del otro, los motivos que lo 'mueven a'.
La fàbula aparece en una pelìcula muy mala que lo ùnico que me hizo reflexionar es sobre "la propia naturaleza".
En cuanto a Klein, me alegro que no sea mi terapeuta:)
Un besote

Leuma dijo...

La actitud del otro y la propia Uma, era una reflexión global.
La mejor terapia la risa, no te parece? :), Beso grande

manuel_h dijo...

Da un poco de miedo reconocerse en cualquiera de los dos papeles!

besos

Leuma dijo...

Y que lo digas Manuel, besos