martes, agosto 21, 2007

El Síndrome más bello

"Libre, serás aún más mía para la eternidad. Si nos casáramos, me sentiría tu verdugo cada vez que entraras en mi cuarto con una flor en la mano"

Los pasos en las huellas, J. Cortázar.

El del poeta enfermo, el del músico dominado por su melodía, el del pintor embriagado por su obra, el del escritor superviviente,...el del observador de la belleza de estas obras, y de otras que percibimos o que intuímos, en nosotros, en los otros. Hace años me atrapó este síndrome, aún sigue deslumbrándome la belleza.

11 comentarios:

Leuma dijo...

Curiosamente cuando más necesidad tengo de escribir, menos tiempo tengo. Acabadas casi las vacaciones, he de ponerme en marcha y las palabras se me acumulan deseando salir.
Quizá deje de contestar vuestros comentarios, espero que no os moleste, seguiré leyéndolos con atención y si alguno necesita aclaración la pongo. Un beso.

Carz dijo...

Busca el tiempo, no es bueno dejar de escribir lo que se quiere.
Hace bastante que leí lo del síndrome de Stendhal, pero he de reconocer que no lo he ¿padecido? (a no ser que se considere una obra de arte unos ojos azules cuya mirada te reconcilia con la vida).

Un abrazo.

Anónimo dijo...

he sentido vértigo mirando las estrellas , incluso de un año para otro...
un abrazo

Anónimo dijo...

No puedo amar la belleza en abstracto, necesito su materialización. Para mí la belleza en este momento es un color blanco, largo, aunque tambien se vislumbra el color rojo, color blanco que va persiguiendo un ángel cara al viento y debajo de él 2 letras: RR(Rolls Royce). Un abrazo

ralero dijo...

Sin duda, de poder elegir síndrome, éste sería una buena elección. Aunque hay que tener cuidado para que no avance hasta transformarse en una patología de riesgo. Por ejemplo ante la contemplación de unos ojos azules, parecidos a los que dice carz, y su luz que, a veces, en lugar de reconciliarnos con la vida, puede llegar a cegarnos.

El arte siempre tiene una importante componente subjetiva, y puede haber ojos azules, verdes o castaños, que ensombrezcan, por qué no, el mismo nacimiento de Venus.

Besos.

UMA dijo...

Eh, Eh que acà me siento tocada
(y un poco piropeada soslayadamente, gracias Carz)
:)

Que de padecimiento nada, que segùn su concepto, sìndrome no significa que deba ser padecido, sufrido.
Quienes supimos ser poetas en el sinlìmite dèrmico nos hemos embriagado, fuimos capaces de todo aquello que hoy ni nunca seràn capaces de decir las palabras, delicioso sìndrome reservado para unos pocos.
El Stendhal me ha resultado a la vez curioso y familiar :D
Besos a todos.

Anónimo dijo...

A veces lo que creemos ser una enfermedad, ese síndrome del que hablas, no deja de ser más que la manifestación de algún tipo de virtud. Algo que solo percibimos en la intimidad. Vino y besos.

Anónimo dijo...

Un buen síndrome ese.
Un síndrome poco vulgar, no me extraña que tú lo padezcas.

No te desaparezcas guapa, que echaré de menos tu café con pastas.

Anónimo dijo...

Saludos, sensible leuma.

Anónimo dijo...

La agonía más bella, la enfermedad más deseada. Quién tuviera talento para padecerla.

Leuma dijo...

Sirenita,Y quien tuviese esa belleza!, un abrazo