martes, agosto 28, 2007

Lucía en el cielo

Conocí a Lucía una curiosa mañana de inquietante luz. Cuando despertó estaba rodeada de silencio y paréntesis de risas, abrió los ojos del alma siendo aún muy pequeña. Decía su padre que era una niña muy tímida, insegura y demasiado ingenua, que siempre decía la verdad y que solía estar rodeada de animales. Tenía el encanto del silencio que comprende y de unos ojos grandes de profunda serenidad que miraban directamente a los otros ojos, aunque no estaba mucho tiempo quieta.
La recuerdo muy frágil físicamente, delgaducha y con muchos problemas de alergia a los alimentos y en la piel. Hablaba poco y le gustaba mucho leer y bailar. Su problema y a la vez su don era que veía más allá de lo que los demás le mostraban, casi como si las intenciones de los otros fuesen transparentes para ella. Se acostumbró a ver la maldad de la envidia y sentía el rechazo disfrazado de falsa amabilidad como pequeñas agujas lacerantes. La ley de la mediocridad te irá cortando siempre la cabeza, tienes que aprender a esquivar esa guillotina y a perdonar la ignorancia era el consejo de su abuela.
http://www.youtube.com/watch?v=A7F2X3rSSCU&feature=related

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